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My Story: Student #27

Mi trayecto al venir a Estados Unidos no fue complicado. Ya había venido a Estados Unidos varias veces anteriormente. Lo único que cambiaba esta vez era que ahora no iba a regresar. Un día mientras cenábamos, mi papá nos dijo que íbamos a irnos a vivir a Estados Unidos. Sinceramente no le creí porque él siempre comentaba lo mismo y nunca nos íbamos; así que pensé que era solo un comentario más. La noche siguiente dijo lo mismo, pero esta vez él agregó que ya había comenzado a ver la fecha de los boletos y me asusté al oír que si era verdad lo que había dicho porqué jamás imaginé venirme a vivir al país que menos me gustaba en el mundo. Él nos dio dos propuestas de que si queríamos venir con él para acá a los Estados Unidos o quedarnos en Ecuador.

Sinceramente no quería venir aquí. No me gusta la vida de aquí ni las personas, pero también quería venir porque mi papá, mamá y mi hermana menor estaban viniendo y no me gustaba la idea de estar lejos de ellos. Elegí venir aquí para estar con ellos y también para tener un mejor futuro. El día antes de venir a los Estados Unidos la familia de mi mamá hizo una cena de despedida para nosotros. Fue una cena muy hermosa y agradable. La comida estaba más rica que nunca. Mientras comía, veía a mi familia y recordaba cada momento lindo que había tenido con ellos. Al acabar la cena, jugué por última vez con todos mis primos que estaban presentes. Mientras jugábamos, nadie mencionó sobre mi partida de capas. Era para no incomodarme. Ellos solo me miraban por unos minutos y después seguíamos jugando como si nada.

A las 10 de la noche, mi mamá me llamó llorando y pidiéndome que me despidiera de todos. Llegué y toda mi familia estaba mirándome. Pasé uno por uno despidiéndome con un fuerte abrazo y beso en la mejilla. Al día siguiente, mientras salía con las maletas, veía a mi sobrino con sus lindos ojitos mirándome fijamente y de la nada vino corriendo y me dio una abrazo. Se me cayeron las lágrimas al ver esto porque él era tan pequeño acababa de cumplir el año. Sentía que él me dio ese abrazo como si supiera que no nos íbamos a ver nunca más después sequé mis lágrimas y abrí mi maleta de ella sa que un oso de peluche. Ese oso era mi peluche favorito. Dormía con él todas las noches y lo tenía desde que tengo memoria, pero esa mañana se lo di a él.Mi sobrino me miró y agarró el oso con una gran sonrisa y después salió corriendo a mostrárselo a su mamá. Ahora estoy un año aquí con la esperanza de volverlo y volverlos a ver algún día.

Familia/Family

Esperanza/hope

Aquí con la esperanza de volverlo y volverlos a ver algún día.

My journey to come to the United States was not complicated. I had already come to the United States several times before. The only thing that changed this time was that now I wasn't coming back. One day while we were having dinner, my dad told us that we were going to go live in the United States. I honestly didn't believe him because he always said the same thing and we never left; so I thought it was just one more comment. The following night he said the same thing, but this time he added that he had already begun to look up tickets and I was scared to hear if what he had said was true. I never imagined coming to live in the country that I least liked in the world. He gave us two proposals as to whether we wanted to come here to the United States with him or stay in Ecuador. I honestly didn't want to come here. I don't like life here or the people, but I also wanted to come because my dad, mom and my little sister were coming and I didn't like the idea of being away from them. I chose to come here to be with them and also to have a better future. The day before we came to the United States, my mom's family made a farewell dinner for us. It was a very beautiful and pleasant dinner. The food was better than ever. While eating, I saw my family and remembered every beautiful moment I had with them. At the end of dinner, I played for the last time with all my cousins who were present. While we were playing, no one mentioned my leaving. It was to not make me feel uncomfortable. They only looked at me for a few minutes and then we continued playing as if nothing had happened.

At 10 pm, my mom called me crying and asked me to say goodbye to everyone. I arrived and all my family was looking at me. I passed one by one saying goodbye with a big hug and kiss on the cheek. The next day, while I was leaving with the suitcases, I saw my nephew with his big eyes staring at me and out of nowhere he came running and gave me a hug. Tears came to my eyes watching this because he was so little, he had just turned a year old. I felt that he gave me that hug as if he knew that we were never going to see each other again, then I dried my tears and opened my suitcase. It was a teddy bear. That bear was my favorite stuffed animal. I slept with it every night and had it for as long as I can remember, but that morning I gave it to him. My nephew looked at me and grabbed the bear with a big smile and then ran off to show it to his mom. Now I'm here for a year hoping to return and see them again one day.